La votación de ayer no es decisiva. Los que tienen la clave son los compromisarios, la estructura del partido. Y esa estructura la domina Cospedal, que no es precisamente fan de Soraya Saénz de Santamaría y que podría usar su influencia para favorecer a Pablo Casado. De hecho, Casado le acaba de ofrecer un pacto para derrotar a la ex-vicepresidenta.