Le golpean y una vez en el suelo, una dos, tres y hasta cuatro patadas en la cabeza. Y la pelea va a más. Puñetazos, patadas y ahora añaden palos. Aquí vemos como miembros de uno de los grupos apalean a estos dos jóvenes hasta dejarlos en el suelo sin apenas poder moverse. Pero aun así las agresiones continúan. Una noche de fiesta convertida en una auténtica batalla campal. Los hechos ocurrieron a las 6 de la madrugada de este sábado posiblemente a la salida de una discoteca cercana. Fueron los vecinos quienes dieron la voz de alarma, pero cuando la policía llegó, ya no quedaba nadie.