El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, seguirá en prisión preventiva hasta que la Fiscalía resuelva en un plazo máximo de tres meses si lo entrega o no a España. Así lo ha decidido la juez alemana que esta tarde le tomaba declaración. Va a pasar, por lo tanto, su segunda noche en la misma prisión en la que ingresó ayer en la cárcel de Neumünster cuando la policía alemana le dio captura poco después de cruzar la frontera con Dinamarca y tras una sigilosa vigilancia por parte de los servicios secretos españoles desde Finlandia.