Más de dos meses después de las elecciones, resistiendo contra todo y todos desde Bruselas, al final, Puigdemont renuncia a ser presidente de la Generalitat. Es un esperado paso a un lado, incluido dentro del independentismo, como desveló a Toni Comín en varios mensajes de móvil. Después de muchas tensiones, el expresidente catalán se aparta imponiendo a Jordi Sánchez como sucesor, el segundo en la lista de Junts per Cataluña, preso en Soto del Real.