Sergio D. G., juzgado en Santa Cruz de Tenerife por asestar presuntamente 37 puñaladas con tres cuchillos diferentes al abuelo discapacitado de su exnovia, de 67 años, podría ser condenado a prisión permanente revisable. De ser así, sería el segundo caso en España donde se aplica, después de David Oubel, el parricida de Moraña que mató a sus hijas con una sierra eléctrica. También piden la máxima pena privativa de libertad para el descuartizador de Pioz, Patrick Nogueira, que asesinó presuntamente a sus tíos y sus dos primos menores en un chalét de Guadalajara. El último caso, el del pequeño Gabriel, donde se podría aplicar la prisión permanente revisable es el que ha subido la tensión del debate a dos días de revisar la ley en el Congreso.