Los diputados sentados en el hemiciclo, y a los pocos minutos, una escena ya casi habitual: abandonan sus escaños porque el pleno se aplaza. La Mesa tenía dudas legales. El pleno se planteó para reivindicar el derecho de Puigdemont a ser presidente. A la CUP le supo a poco y quería que el Parlament, además, ratificara que en su día se declaró la independencia. Lo que podría abrir nuevos frentes judiciales y complicar los existentes. Así que los independentistas han optado por rebajar las expectativas de los anticapitalista.