48 horas de vaivenes. El martes, en la comisión de votación del CETA, los socialistas votaron a favor. Un día después, el miércoles, su presidenta, Cristina Narbona, aseguró en Twitter que no lo iban a apoyar. El jueves, desconcierto en los pasillos del Congreso. Al mismo tiempo Pedro Sánchez se reunía con el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, y después emitía un comunicado ordenando la abstención. Hoy viernes todos han querido dar explicaciones, entre ellos Cristina Narbona, que ha dicho que no hay decisión definitiva hasta el lunes, cuando escuchen a los sindicatos. No será hasta el jueves cuando los 85 diputados socialistas pulsen el botón, parece que de abstención.