Barcelona recogía el recuerdo a las víctimas del terror. Importante presencia política, entre los que se encontraba el presidente catalán, Carles Puigdemont. Él arrancaba con alguna dificultad para pronunciar su discurso. Ha comparado su lucha, la de llevar a cabo un referéndum ilegal, con la lucha del Estado contra el terrorismo de ETA. Treinta años después del atentado más sangriento de la banda terrorista, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, insiste en perpetuar el recuerdo. Un recuerdo que no tenga equidistancia, dice, entre los verdugos y las víctimas.