Luto y profundo dolor en el entorno de los dos jóvenes fallecidos ayer en Madrid al caer por el hueco del ascensor desde un octavo piso en el barrio de Salamanca. La hipótesis más probable es que la junta entre el lateral y el suelo de la cabina cediera y que los chicos, inevitablemente, se deslizaran al vacío. Hoy sus compañeros de instituto les han rendido un homenaje el el centro donde estudiaban.