Observaban ambos, desde la primera fila, las diferencias patentes que existen entre ellos también hoy. Un Iglesias pegado a Echenique y distanciado a cuatro asientos de Errejón. Distancia física y distancia política. Primero, a razón de la tan discutida transversalidad: "La transversalidad, compañeros y compañeras, no tiene que ver con parecerse al PSOE y a Ciudadanos, tiene que ver con parecerse a la gente" decía Iglesias, frente a un Íñigo Errejón convencido de tener que integrar, atraer a todo tipo de votantes: "Fundar un horizonte que de confianza, que inspire coraje en los corazones de nuestro pueblo, venga de donde venga" Otro punto caliente ha sido el siguiente debate: o más calle o más trabajo en las instituciones.