Según la autopsia realizada a la excaldesa de Valencia en el Instituto Anatómico Forense, Rita Barberá murió de un infarto. Según el exministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, tomaba medicación contra la depresión a causa de la presión política y mediática que estaba sufriendo por su presunta implicación en una trama de blanqueo del PP de Valencia. El cuerpo de la senadora será trasladado a Valencia, donde su familia y amigos más cercanos velarán por su alma, antes de ser incinerada.