Conductor y copiloto preparan su dosis de droga mientras circulan a más de 100 kilómetros por hora. Él, en solitario y en plena autovía, se lía un porro. Y este otro calienta la droga para luego inhalarla. Son ejemplos extremos de este preocupante dato. Uno de cada 10 conductores circula con drogas ilegales en su cuerpo. Los positivos en alcoholemia disminuyen ligeramente, pero, en drogas, aumentan. Más del 30 por ciento de las pruebas arrojan este resultado. Y circular bajo sus efectos tiene consecuencias. El 16 por ciento de los conductores fallecidos tenía restos de drogas en su organismo. Otro ejemplo de su peligrosidad: con estas gafas simulan los efectos de las drogas. Es incapaz de completar el circuito. Peligroso para los conductores y para el resto de usuarios de la vía. El 10 por ciento de los peatones fallecidos dio positivo en drogas.