Iñigo Urkullu fue el ganador de la noche. Sus 29 escaños le aseguran la reelección como lehendakari, aunque sabe que necesitará el apoyo de otra fuerza política para gobernar y podrá elegir. Empezando por la segunda fuerza, EH Bildu, que pierde cuatro escaños pero logra resistir la irrupción de Podemos en el parlamento vasco. Con sus 11 escaños quedan por encima del PSE. Los socialistas, con una candidata muy próxima a Pedro Sánchez, obtienen el peor resultado de su historia, pasan de 16 a 9 escaños, los mismos que el Partido Popular. El partido de Alonso mantiene su espacio político en última posición mientras que Ciudadanos, con menos votos de los que obtuvo UPyD en 2012, se queda sin representación.