Ya han llegado pero no ha sido un viaje fácil. Acababa de aterrizar el primer vuelo procedente de Bruselas tras los atentados. Eso sí, del otro aeropuerto de la ciudad. Con todos los medios de transporte público cerrados, el camino al aeropuerto se ha convertido en una verdadera odisea. Nervios y miedo en el cuerpo. Lo que importa son esos besos y abrazos tan deseados. La imagen más repetida esta noche en el aeropuerto tras un día para olvidar. Ahora toca celebrar que están vivos.