Carmen Rodríguez estuvo allí esa noche. Al lado de Katia, de Cristina y de Rocío. Eran sus amigas y tres de las fallecidas. Ese día recibieron un mensaje alardeando de la cantidad de gente que se esperaba en el Madrid Arena. Unas 20.000 personas. Cuando llegaron pasaron sin ninguna dificultad, hasta colaron una botella de ron. Ha contado que una vez en la pista no se podía ni andar, ni moverse. Así que deciden salir de allí a través de la única salida posible, el vomitorio de la tragedia. Ha narrado la avalancha en un sobrecogedor relato. Hoy los familiares si estaban presentes en la sala.