Entre una maraña de cámaras, gritos e insultos, abandonaba anoche el juzgado Alfonso Rus, el expresidente de la Diputación de Valencia y del PP provincial. El juez le ha dejado en libertad provisional y le ha impuesto una fianza de 2 millones de euros. Rus, que continúa proclamando su inocencia, ha asegurado a la maraña de periodistas que allí le esperaban que su detención "ha sido un montaje".