Ayer envió a un procurador, pero hoy Pedro Gómez de la Serna, diputado del PP, no ha tenido más remedio que acudir al Congreso. De la serna, envuelto en un escándalo de supuesto cobro de comisiones a empresas, ha tenido que cumplir personalmente con los trámites para acceder a su escaño. Y no ha hecho declaraciones. Se remite a un comunicado que envió a última hora de ayer en el que denuncia que está siendo objeto de un linchamiento público y que las acusaciones, de supuesto cobro de comisiones, son fruto de una venganza personal. El todavía diputado del PP reitera que nunca ha cobrado comisiones ilegales y que su actividad fue aprobada por el Congreso.