Albert Rivera intenta abrirse hueco en una foto a tres, en un gobierno de PP y PSOE y Ciudadanos: un pacto por España. "Para que nadie aproveche la debilidad, ni la incertidumbre, ni la inestabilidad para romper España". Lo dice mirando a Cataluña y al posible acuerdo entre Artur Mas y las CUP. Por eso Rivera no cierra la puerta a cambiar y a votar "sí" en la investidura o a entrar en un gobierno. Rivera mueve ficha. Plantea una mesa de diálogo a tres bandas con PP y PSOE con tres objetivos: unión, regeneración y estabilidad democrática. "Si no existe una hoja de ruta crecerá el populismo y el separatismo", advierte el líder de la formación naranja.