Era un plan integral que proponía borrar del callejero madrileño más de 160 nombres franquistas. Lo había pactado el PSOE y Ahora Madrid pero la coalición liderada por Manuela Carmena se ha echado atrás en el último minuto. Justo antes de la votación. Porque piensan que debe debatirse en un pleno extraordinario. Los socialistas madrileños están muy molestos. Su portavoz Purificación Causapié ha afirmado que no se puede confiar en Ahora Madrid.