En seis meses como alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena ha tenido que apagar un fuego tras otro. En agosto le confesó a Maruja Torres que estaba desbordada por la situación. Confesiones incluidas en el libro que hoy se publica, pero que hizo en agosto, cuando, tal y como recuerda hoy en sus cuentas de Facebook y Twitter, sus vacaciones familiares fueron objeto de ataque por parte de muchos. Y todavía faltaban las críticas por su gestión ante la contaminación en la capital, o por su decisión de trasladar el belén navideño. De esta forma ha explicado el contexto de aquellas declaraciones y ha matizado en “Las mañanas de Cuatro” que en cualquier caso, el haber renunciado a su situación privilegiada de jubilada fue una decisión de la que se siente feliz y el balance es positivo.