La DGT renueva los tramos donde van a colocar los radares móviles. Hacía ya unos meses, desde julio, que no actualizaba esos dispositivos y lo hace porque ha detectado que hay más carreteras especialmente peligrosas, tramos en los que ha muerto una de cada tres personas fallecidas en accidentes de tráfico. Además nos facilitan imágenes captadas por sus cámaras de los comportamientos más arriesgados en las secundarias: los adelantamientos indebidos.