Con lo puesto esta madrugada. Así han salido estas 12 familias de sus casas antes de que comenzase a desplomarse parte de la fachada. En total 43 personas. La mayoría de origen asiático, que han vivido una pesadilla en este edificio de la madrileña calle de Bravo Murillo. Con sus bebés en brazos, el Samur los ha alojado en un hotel cercano. Atrás dejan la que ha sido su casa para que las grúas procedan a la demolición. Durante horas, han desmantelado los cuatro pisos de viviendas y el bajo donde había un par de comercios. Todo comenzó a las 4 de la tarde y según el relato de la alcaldesa Manuela Carmena "Han aparecido las primeras grietas. Han avisado a los bomberos y entonces los bomberos han pensado que se podía apear el edificio y ha sido cuando han descubierto el pilar para tirarlo cuando han visto que el pilar estaba roto y que vencía".