16 de abril, agentes de la Agencia Tributaria registran el domicilio de Rato mientras él permanece en el interior. Los agentes requisaron documentos y ordenadores. También de su despacho profesional y en otras oficinas: las de un bufete de abogados en Sotogrande donde trabaja su asesor fiscal. Según publica hoy El Mundo, cuatro de los 22 archivadores requisados aquel día no serán investigados. Se trata, según el juez que instruye el caso en Plaza Castilla, de un fallo en el acta de registro, donde solo figuraban 18.