Son muchas las preguntas abiertas tras el crimen de Castelldefels, donde un hombre mató el miércoles a su mujer y a sus hijos, de 12 y 7 años, y se suicidó después. Hoy los vecinos coinciden: las broncas y las agresiones eran frecuentes y, aunque avisaron a menudo a los Mossos, ella nunca presentó ninguna denuncia por maltrato. Por su parte, el colegio público al que iban los dos pequeños ha colgado un crespón negro en su página web y también están preparando un homenaje para la vuelta de vacaciones.