El ciclista, un hombre de 44 años, vivía en Salamanca pero había ido a visitar a su hija, de 12 años, de campamento en un pueblo cercano a Arenillas de Ebro (Cantabria). La senda es un camino natural y por tanto no se debe colocar ningún obstáculo. El ganadero que puso el cable está imputado por un delito de homicidio por imprudencia.