José Luis Olivas, el que fuera presidente de la Generalitat de Valencia y de Bancaja, ha quedado en libertad tras prestar declaración ante el juez durante cerca de una hora. Olivas, que abandonaba la Audiencia Nacional por su propio pie, tiene la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado. El juez, que mantiene contra él la imputación por corrupción entre particulares, apropiación indebida y blanqueo, ha enviado a prisión a dos exdirectivos de la entidad y a dos empresarios por los créditos de Bancaja en el Caribe.