Su pequeño cuerpo no aguantó más. Tras 28 días de lucha contra la difteria, Pau nos dejaba esta madrugada. El pequeño comenzó a notar síntomas el 25 de mayo pero no fue sometido a pruebas específicas hasta cuatro días después. Una vez confirmada la presencia de la bacteria en su organismo, fue trasladado, ya en estado crítico, desde Olot a la Vall d'Hebron.