El hasta hoy máximo responsable de la Policía Nacional en Valencia, Serafín Castellano, ha acabado detenido por su propia Policía. La Fiscalía Anticorrupción le investigaba desde hace ocho meses, después de que un empleado de la empresa Avialsa, dedicada a la extinción de incendios, confesara que Castellano, delegado del Gobierno en Valencia, había recibido en su anterior etapa como consejero de Gobernación, numerosos regalos a cambio de que les adjudicara contratos públicos superiores a los 22 millones de euros. Las supuestas dádivas consistían en diversas cacerías e incluso un rifle semiautomático valorado en 1800 euros.