Agentes de la Guardia Civil y de la policía francesa peinan cada metro de una casa situada en pleno centro de Biarritz, a escasos 50 kilómetros de San Sebastián, en busca de un arsenal de la banda terrorista ETA. Podría ser uno de los últimos zulos en los que los terroristas guardaban material y desde el que distribuían las armas a escondites más pequeños. La propietaria, una mujer de nacionalidad francesa, y su pareja han sido detenidos. La Guardia Civil y la policía francesa han encontrado troqueladoras, explosivos, material para fabricar artefactos y armas cortas, la mayoría embaladas y que, según fuentes de la lucha antiterrorista, podrían proceder de las 350 que ETA robó en 2006 en una fábrica de armas en Vauvert.