Seis meses antes de jubilarse, José Castro se despedía oficialmente del proceso judicial que más quebraderos de cabeza le ha ocasionado en los últimos años. Cien tomos, 76.000 folios custodiados por el incombustible agente de seguridad ponían rumbo a la Audiencia Provincial donde a finales de año, o principios del siguiente, se celebrará el juicio. Castro ha asegurado que "ahora los protagonistas son otros".