El incendio de Pego originado en el mediodía de ayer en Alicante, continúa descontrolado. El presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, acudía a última hora de la tarde al lugar del fuego para ayudar en su extinción, pero a su llegada fue abucheado e insultado por los vecinos de la localidad alicantina, e incluso uno de ellos tuvo que ser reducido y detenido por la Guardia Civil. Los vecinos sentían impotencia por ver su pueblo en llamas y aseguran que no se estaba gestionando bien su extinción. Según aseguró el propio Fabra las llamas, que al parecer podrían haber sido provocadas por una quema de rastrojos, comenzaron pasadas las 10 y media y, según los ciudadanos de Pego, no llegaron los suficientes efectivos hasta pasadas unas horas.