Rodrigo Rato, exministro de Economía durante las dos legislaturas de José María Aznar, ha sido uno de los hombres más venerados dentro del Grupo Popular, pero todo ha cambiado desde que saliera a la luz que se acogió a la amnistía fiscal del PP en 2012. Además, con el registro ayer de su domicilio y de su despacho en Madrid, y posterior detención, son muchos los populares que dan la espalda al que también fue presidente de Bankia. Rato ha pasado de ser elogiado por sus compañeros a ser un problema en las filas del PP.