Los primeros en darse cuenta de su conversión fueron sus propios vecinos... Tony, como aparece en el buzón de su casa, granadino, que llevaba toda la vida en Sabadell pasó a llamarse Alí. Eso fue, dicen, hace 2 años cuando se casó con una musulmana. Antes de convertirse fue dueño junto a un socio de una peluquería. Cuando abrazó el Islam, la dejó y trabajó por libre en otras, hace un par de días a sus vecinos les llamó la atención con quienes iba. Quienes más conocen a Jacob, un joven paraguayo, también converso no creen de lo que le acusan. Pero su perfil de facebook es toda un catalógo de fotos, videos en los que se exalta al Estado Islámico o se justifican atentados como el del Charlie Hebdo.