El padre del único de los tres españoles que ha salido vivo del gran Atlas marroquí afirma que a los muertos los ha matado la negligencia. Su hijo tuvo más suerte que José Antonio y Gustavo pero igual que las familias de los fallecidos denuncia la lentitud y falta de medios de Rabat y la dejadez del gobierno español. Y les señala directamente como responsables de la muerte de José Antonio, que sobrevivió cinco días sin que le sacaran de allí. Mientras, continúan las labores de rescate para recuperar los cuerpos de los dos espeleólogos españoles muertos en las montañas del Atlas marroquí.