Se le vio cabizbajo en el juicio, y posiblemente así se habrá quedado tras recibir la noticia. Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista, ha sido condenado a diez años de cárcel: tres por robar el valiosísimo Códice Calixtino; cinco años por el robo sistemático en la Catedral de casi 2,5 millones de euros, y otros dos años por blanqueo de capitales. Él negó ser el ladrón del Códice y dijo que reunió casi dos millones de euros trabajando como electricista. Pero el juez difiere y mucho de su versión. La sentencia considera probado que Manuel robó el manuscrito en la Catedral actuando sólo.