Tras una riada histórica, Miranda de Ebro, en Burgos, trata de recuperar su aspecto habitual. Los daños están todavía por cuantificar. Muchos vecinos se han quedado incomunicados, ya que el agua ha llegado hasta sus puertas. Todos siguen con las miradas puestas en su río, esperando que los ojos de sus puentes no se vuelvan a cerrar.