Cierra el año con un crecimiento del 1,4%. La economía se aleja de los números negativos y el impulso da alas al crecimiento de este año. Las previsiones del 2% podrían revisarse hasta rondar el 3%. La actuación del BCE, la caída del euro, del petróleo y la mejora del consumo impulsan las mejores expectativas. El empleo, que tiene que incrementarse y mejorar su calidad y también la debilidad de las economías de nuestro entorno son los puntos frágiles del crecimiento económico.