La imagen del dolor lleva su nombre, el de la viuda del cabo Francisco Javier Soria. Abrigada con una bufanda blanca, a punto de dar a luz, se enfrenta a lo que menos esperaba: Despedir a su marido. Lo ha hecho a solas, bajo la única mirada de los compañeros del cabo Francisco Javier Soria, unos minutos delante del féretro para decirle adiós y un largo camino de vuelta hacia donde estaba el resto de la familia. Por eso ha sido a ella, hacia donde se ha dirigido el Ministro de Defensa nada más bajar del helicóptero. Pedro Morenés ha acompañado desde Sevilla los restos del cabo, muerto por el impacto de una granada israelí.