Hoy segundo día del juicio contra el electricista de la catedral de Santiago de Compostela. Fue breve, dijo que estaba mal, sólo contestó a las preguntas de su abogada. Aseguró que el más de un millón y medio de euros que le encontraron es fruto de su trabajo y no reconoció el robo del códice. Algo totalmente opuesto a lo que había declarado hace más de dos años frente al juez instructor. Hoy su mujer y su hijo, también acusados, declararon no tener ni idea de que Manuel Fernández Castiñeiras guardase tal cantidad de dinero.