En el verano de hace casi 20 años un empresario zaragozano, fundador de la aseguradora Previasa y del Grupo Hospitalario Quirón, desaparecía mientras practicaba footing cerca de su domicilio. Había sido secuestrado por los GRAPO. Luego nunca más se supo de él. Hubo que esperar hasta 2013 para dar luz a la oscuridad del caso tras la detención de dos terroristas, que habrían participado en la inhumación del cuerpo, y de otros dos, quienes se habrían encargado del cobro del rescate de 400 millones de pesetas. Cinco miembros más de la banda ya estaban en prisión por el secuestro. No era el plan pero algo había ido mal. Publio Cordón habría fallecido al intentar escapar del armario zulo en el que fue encuerrado y caer por una ventana a los 15 o 16 días de ser secuestrado.