A Mariano Rajoy se le veía tranquilo en China. Cumple con su agenda, siempre rodeado. Sonríe y posa solo para las fotos. Sabe que tiene atada y prevista su respuesta a la consulta catalana. El presidente estana a 11.000 kilómetros de Barcelona, donde Artur Mas reclama consejos. "En aquel momento daba consejos que necesito y muchos", dice el president. Le espera a Mas un consejo, sí, el de ministros y extraordinario que truncará su ley de consultas. Eso será el lunes.