Pendientes de ellas en todo momento, ya sea porque molesta el sol o porque, últimos recordatorios de Don Felipe y doña Letizia a sus hijas, cuando llegue la bandera hay que inclinarse. Si no sabían dónde colocarse, selo indicaba doña Sofía. Al principio, más comedidas, luego asumiendo que ahora el saludo no es con besos, sólo dando la mano. Pero siempre correctas.