La tensión sigue siendo palpable en la sala. Un Elpidio Silva desafiante le planta cara al juez que le amenaza con expulsarle de la sala. El pulso entre el juez juzgado y el que le juzga continúa porque la sala no ha permitido que el abogado de Silva renuncie a defenderle. Y a pesar de ello, este le ha ordenado que no le defienda. El público asistente echa más leña al fuego. El presidente del tribunal amenaza con multar al que grite.