“Sí se puede”. Lo han gritado, lo han defendido y lo han hecho con quince meses de movilizaciones desde que el Gobierno madrileño plantease la privatización de la gestión de seis hospitales. El PP sacaba adelante el proyecto y en la calle se desataba la marea blanca. Había posiciones encontradas incluso en el uso de las palabras. Para el Gobierno de Madrid tan sólo era una externalización de la gestión para ahorrar en tiempos de crisis. Pero la marea blanca luchaba cantando, bailando, pidiendo respeto, rodeando hospitales, haciendo la conga.... y hasta celebrando funerales. Se quedaron congelados pero nunca parados y al final han sido los tribunales los que les han dado la victoria. Lo celebraban el pasado 9 de enero cuando los recursos presentados volvían a sus juzgados de instrucción. Hoy han ganado el Gobierno retira una de sus medidas estrellas de la legislatura. La marea blanca, de momento, se ha salido con la suya.