Cuando parecía que el conflicto entre Panamá y Sacyr por las obras del canal se iba encauzando, ahora la empresa pide más dinero para continuar con el macroproyecto. El consorcio que lidera el grupo español ha aceptado la financiación conjunta de las obras, pero pide un adelanto de casi 300 millones de euros para no paralizarlas. De momento no hay acuerdo y desde Panamá advierten que no se quedarán de brazos cruzados.