La inminente excarcelación de Mguel Ricart, uno de los asesinos de las tres niñas de Alcasser, ha provocado indignación y mucho malestar entre los vecinos de la localidad. También entre los habitantes de Catarroja, donde vivía Ricart. Han pasado veinte años desde que ingresó en prisión, pero la herida en estos municipios no se ha cerrado.