Llevaba huido desde finales del mes de julio, pero ayer Luis Goñi decidió que era el momento de reaparecer. Apoyado y protegido por Herri Harresia, un movimiento que aboga por la desobediencia civil pacífica y que intenta dificultar que condenados de ETA sean detenidos, el final de una marcha era un buen escenario. La plaza pamplonesa de la Navarrería, con la fuente desde donde cada San Fermín saltan decenas de turistas, el símbolo elegido.