Francisco Álvarez Cascos ha llegado a pie. Cartera al hombro. Parsimonioso. La imagen viva de un político de vuelta de todo. Javier Arenas ha irrumpido en coche hasta la puerta. Con dos acompañantes, Bronceado y educado, como siempre. Él todavía es de los que está en la pomada. Hasta ahí las diferencias... Porque ambos han sido secretarios generales del PP... ambos han sido llamados por el juez para explicar la contabilidad del partido... Para los dos ha sido martes y trece. Entre gritos e insultos -de un no muy nutrido pero sí ruidoso público- los protagonistas del día se han abierto paso hasta una Audiencia cercada por los medios.