Una red se dedicaba a falsificar tarjetas de ITV para después venderlas, por casi 200 euros, a aquellos que no tenían el coche en las condiciones adecuadas para circular. En Cataluña, uno de cada cinco coches que circula no ha pasado la ITV. En los últimos dos años, cerca de 50 personas han sido detenidas y más de 500 tarjetas han sido interceptadas. Las falsificaciones pueden diferenciarse del resto por el sello, ya que este es diferente. Además, el número que hay en el reverso no existe.