Catalina es la última víctima de violencia machista, tenía 69 años y cuatro hijos. Supuestamente, su marido la golpeó con un martillo hasta acabar con su vida y después se entregó a la Guardia Civil. Él tenía puesta una orden de alejamiento que ya había quebrantado en otra ocasión. El presunto asesino no ha pasado aún a disposición judicial.